Los sirvientes robot fueron creados por el Pitufo Manitas en "El Progreso No Se Pitufa". Esto sucedió cuando el Pitufo Manitas estaba construyendo todo tipo de máquinas que hacían más fácil la vida de los Pitufos y hacían todo su trabajo. El Pitufo Goloso, que deseaba tener una máquina como el Pitufo Robot que le sirviera el desayuno, fue a contarle esta idea al Pitufo Manitas, que decidió construir tal máquina usando troncos de árbol que había reunido. Durante la prueba de una de las máquinas, ésta se volvió loca y se estrelló contra la casa de un Pitufo. Afortunadamente, el Pitufo Manitas descubrió que el problema era que había dejado un destornillador dentro de la máquina, y al quitárselo, el sirviente robot funcionó perfectamente.
Poco después los robots fueron activados para servir a los Pitufos, El Pitufo Vanidoso hizo que el Pitufo Pintor los pintara con una elegante apariencia de meseros. Entonces los Pitufos los utilizaron para satisfacer todos sus caprichos, incluso jugar a la pelota. Sin embargo, a medida que los Pitufos se tornan perezosos ya que los sirvientes robot hacen todo el trabajo, también se vuelven exigentes cuando las máquinas no alcanzan sus estándares como dejar manchitas en los platos o huellas en los vasos durante la comida. Papá Pitufo, cuando vuelve de su viaje para encontrar a los sirvientes robot operativos, se decepciona de ver que sus Pitufitos se aprovechen de las máquinas, pero está agradecido de descubrir que esas mismas máquinas limpiaron su laboratorio mientras no estaba. Sin embargo, decide seguir haciendo su trabajo mientras los sirvientes robot lo ayudan.
Eventualmente, uno de los sirvientes, una unidad de eliminación de basura que comía basura y la transformaba en ladrillos, se come unos químicos peligrosos de Papá Pitufo cuando los confunde por basura, y en el proceso, gana consciencia y capacidad de hablar. Entonces, el robot eliminador de basura re-programa a todos los demás sirvientes para que le sirvan a él, capturan a todos los Pitufos y los hacen servir a los robots como él, para que le construyan un castillo desde el cual gobierne toda la Aldea Pitufa como el Rey Basurero I.
El Pitufo Labrador, que había abandonado la aldea por un tiempo para alejarse de la presencia invasiva de las máquinas del Pitufo Manitas, volvió para descubrir que Papá Pitufo había sido aprisionado en el bosque por las máquinas. Junto con el Pitufo Manitas, el Pitufo Labrador libera a Papá Pitufo y ayuda a hallar un modo de desactivar las máquinas. La solución es el uso de termitas, que ponen en una compañera robótica hecha para ser la reina de Basurero I. Las termitas la consumen y luego se dirigen hacia los otros sirvientes robot y los destruyen a todos. Basurero I trata de escapar, pero lo dirigen hasta una máquina que convierte los troncos en muebles, lo que acaba con su amenaza.